miércoles, 8 de julio de 2009

Me he perdido la cuenta atrás... 2

Yo siempre me identifiqué con Amy March. Si alguien ha leido mujercitas podrá ver que hay cuatro chicas. Meg, que es la más hermosa, es buena y todos esperan que tenga un buen partido, pero acaba enamorada de un hombre bueno que aunque no rico la colma de alegrías.


Beth... A mucha getne le encanta este personaje, a mi me da pena y me da la sensación de que es el ejemplo de que las personas demasiado buenas acaban dañadas... No, no me gusta Beth, no es la pequeña pero es casi como si lo fuese


Jo... Bien, creo que es el personaje preferido de la gran mayoría de lectoras, independiente pero tierna, triunfadora, segura de si misma... Creo que no era una mujer de su época, estaba muy adelantada y aunque me gusta como personaje me parece demasiado orgullosa, altiva, demasiado seguda de que lo que ella escribe y ella piensa es lo correcto. No repara en los demás o es la impresión que me da


Y Amy... Amy es mi personaje preferido. Ella es superficial, vanidosa... Pero cariñosa, reflexiva, consciente de lo que es y que quiere mejorar siempre sus cualidades para ella y para encontrar un buen partido. Amy en Mujercitas no es una gran revelación, aunque saca su caracter caprichoso al quemar el libro de Jo, algo que le pega a una chica de su edad... En cambio Jo se comporta inmaduramente. Pero para mi el cambio llega con aquellas mujercitas. Se va a Europa merecidamente porque es la única que se lo ha ganado con tía March y ha sabido comprenderla en cierto modo. Y encuentra a Laurie... Y para mi eso lo cambia todo porque Laurie que lo ha dado todo por ellas se merecía ser feliz. Y con Amy que renuncia a lo que podía haber ganado por amor a Laurie... Me hacen una pareja increible.


Así que sí, yo no soñaba con ser Jo March, soñaba con ser Amy, porque Amy era una princesa... Y toda niña ha querido ser princesa... Para después querer ser Jo y escribir... O tal vez no, tal vez las escritoras hayan querido escribir sobre princesas... Pero eso es algo que las que no escribimos no sabemos decir



Arianne

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