Imagina que Robin Hood ya no tiene 20 años, ni 30... Sino el doble... Y con Lady Marian ha ocurrido lo mismo.
Imagina que Robin se fue, a una loca cruzada con Ricardo Corazón de León... Y vuelve... Y todo ha cambiado... Pero como siempre cuando vuelves a un sitio deseas que todo sea como antes. Ese es el encantao de la película.
Y Audrey está tan espectacular como siempre. Y Sean, como siempre, mejorando con la edad... Y entonces en esta historia de aventuras descubres uno de los momentos más románticos y más desencantadores de la historia del cine. Eso si es amor amargo y no lo de Titanic. Y Dios, es maravilloso.
Y para finalizar, una de las declaraciones más hermosas de la historia del cine
Te amo, te amo más que a todo, más que a los niños, más que a los campos que planté con mis manos, más que a la plegaria de la mañana, más que a la paz, más que nuestros alimentos. Te amo más que al amor, o que a la alegría, o a la vida entera. Te amo más que a Dios.
Y entonces... Mejor verla. Mejor verla porque se rodó en Navarra y porque es sencillamente hermosa
Arianne Martell